Cambio ¿con continuidad?

A partir de los recientes acontecimientos en el plano nacional, se dan diversas interpretaciones de los "avances" de la incipiente 4T, y de los efectos sociales, políticos y económicos que han repercutido en el país y los consecuentes con la globalidad en la que México, forma parte.

El estilo personal de gobernar aunado a la estrategia dominante de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lo describe como un animal político que requiere permanentemente del " conflicto", para permanecer y acrecentar su poder personal.

Las reglas que rigen al sistema le dan los elementos suficientes para definirse a sí mismo, como el FACTÓTUM en todas las tomas de decisiones en el ejercicio de gobierno y las recientes reformas constitucionales demuestran la clara intención de definir a Andrés Manuel como el ESTADO ABSOLUTO, en su persona (el Estado soy YO).

Ese yo, enriquecido y egocéntrico que raya en un comportamiento pasional y visceral; desproporcionado de la racionalidad e iluminado por la Historia Patria, elaborada por los vencedores de las luchas intestinas por conformar nuestra nación.

El actor político no dejará a la política y menos al haber logrado sus venganzas y tener el control absoluto de sus peones, alfiles, torres, y demás piezas del ajedrez (control del tablero).

Reintegró a jugadores que sirvieron a la farsa de la contienda interna: Ricardo Montreal, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Marcelo Ebrard y Manuel Velazco, entre otros leales y serviles que habrán de operar para reducir y cercar a la nueva Presidente de México.

Como lo define uno de los mejores analistas y gran estratega electoral ARL: legado maldito", así lo señala al indicar las posiciones claves que figuran en MORENA, con la llegada de Luisa Alcalde, Andy López Beltrán y otras definidas por Andrés Manuel y ya confirmadas por Claudia Sheinbaum.

Los escenarios por venir son de incertidumbre y desconfianza, el rompimiento acelerado de reglas e instituciones no avizoran buenos augurios.

Una nueva realidad, generará a una nueva sociedad. ¿Qué sociedad? ¿Sociedad Democrática sin demócratas? o ¿una sociedad que privilegie el autoritarismo y control absoluto desde un poder de facto que se exprese en acuerdos oscuros e ilegales y que sea proclive a la improvisación caprichosa y triangulada por factores reales de poder del crimen organizado?

Hasta dónde y ¿cómo hemos llegado a la situación que prevalece en todo el país?

Existe una respuesta a la construcción del imaginario colectivo por el " Mecías Salvador ", habrá que abordar en un largo recorrido de la Historia de la Humanidad, el conjunto de creencias que hicieron posible a las diversas ideologías y las visiones religiosas que dieron origen a los imperios y sus conquistas.

Quien no conoce su origen, difícilmente tendrá un destino...

¿En dónde estamos parados?... ¿qué sigue?