Comités Autónomos del Agua exigen reconocimiento en la defensa del agua
📅 12 de septiembre de 2022, 03:27pm
👤Redacción El Industrial
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A fin de identificar las principales problemáticas en relación con la gestión comunitaria del agua y hacer un llamado a las autoridades y a la sociedad, particularmente en lo que respecta al reconocimiento de su autonomía y las diversas formas que tienen de administrar el agua, la sostenibilidad ambiental, la defensa de los territorios, la relación con las y los usuarios y la articulación con otras organizaciones, representantes de diversos Comités Autónomos del Agua se reunieron en el Encuentro de Comités Autónomos del Agua.
Los Comités Autónomos del Agua tienen presencia a lo largo del territorio nacional y gestionan y operan los servicios del agua para uso doméstico de manera autónoma en localidades rurales, urbanas o indígenas. Se nombran de diferentes formas: comités autónomos, juntas de agua, pozos rurales, patronatos o sistemas de agua potable, entre otros.
Su funcionamiento se basa en estatutos de autogobierno, con elección democrática de las personas que conforman las organizaciones con cargos honoríficos, es decir, no reciben prestación económica, y para la operación y el mantenimiento del sistema funcionan a través de cuotas. A nivel nacional se estima que existen más de 28 mil Comités Autónomos del Agua que brindan servicios a más de 7 millones de personas, sólo en las zonas rurales.
Durante el Encuentro, integrantes de diversos Comités de los estados de Hidalgo, Morelos, Puebla, Estado de México y Oaxaca coincidieron en que el agua representa un bien común, “un derecho humano que nos da identidad, cohesión social y forma parte de nuestras cosmovisiones”; asimismo afirman que el derecho humano al agua de miles de familias se encuentra amenazado, así como la propia existencia de los comités autónomos de agua, quienes a la fecha han logrado resistir y se han organizado para defender el recurso, recargar los mantos acuíferos y garantizar el suministro y saneamiento del líquido para millones de personas y seres vivos.
Entre las problemáticas que consideran más urgentes son la falta de reconocimiento de la autonomía y la libre determinación de las comunidades, pueblos y organizaciones; la existencia de procesos de despojo, acaparamiento y contaminación del agua en sus territorios; la poca sostenibilidad económica de sus organizaciones y la importancia de cohesionar la participación comunitaria para emprender acciones y demandas conjuntas.
“Para enfrentar estos retos implementamos mecanismos de colaboración con instituciones públicas y estrategias jurídicas para el reconocimiento de la gestión comunitaria del agua; buscamos asesoramiento y capacitaciones técnicas para garantizar el suministro; tomamos nuestras decisiones en asambleas y desarrollamos instrumentos de participación, transparencia y rendición de cuentas; trabajamos en la inclusión de los diversos actores y organizaciones comunitarias en la toma de decisiones; impulsamos acciones para la preservación y el uso consciente del vital líquido; conocemos la dinámica de nuestras cuencas y construimos el conocimiento colectivo y las capacidades necesarias para administrar el agua de manera autónoma”, se lee en las conclusiones emitidas al finalizar el Encuentro.
De disminuir la capacidad de gestión de los Comités Autónomos del Agua, los integrantes vislumbran que el abastecimiento del recurso hídrico a millones de personas está en riesgo, sin que exista garantía de que los organismos operadores municipales puedan realmente garantizar la prestación de servicios de agua potable de las localidades y, por otra parte aumenta la posibilidad de que los sectores empresariales impulsen modelos de gestión de agua vinculados a la privatización del recurso en los estados y en la normativa nacional, sin contrapesos ciudadanos y comunitarios.
Es preciso evitar que se debilite la gobernanza al no incluir a diversos sectores de la población, las personas usuarias y las comunidades indígenas y que con ello aumente la vulnerabilidad de las personas miembro de los Comités, como personas defensoras del territorio, quienes se enfrentan con actores diversos de poder para lograr garantizar el derecho humano al agua.