El juego estaba arreglado

Toda una sorpresa ha resultado la aparición de Xóchitl Gálvez en el escenario de la sucesión presidencial. Hasta hace poco en lo más alto de las élites político-económicas se daba por hecho que " el juego estaba arreglado" con la continuidad de la 4T (Morena) en la Presidencia de la República.

Un error de cálculo estratégico y la soberbia del mandamás de Palacio Nacional, repercutió en la apuesta con todo, a una aspirante al Gobierno de la Ciudad: Xóchitl Gálvez.

Al decidir participar en el Frente Amplio para cumplir con el método de elección a convertirse en candidata a la Presidencia de México.

Los reflectores y los medios nacionales, así como las "benditas redes sociales " hicieron referencia a un nuevo modelo emergente de lo político denominado: disruptivo.

Una nueva realidad situacional le cambia y mueve las "fichas del juego arreglado" y crea condiciones reales de competencia electoral al señor controlador aparente del " juego mayor".

Se le perdieron las coordenadas del escenario en las apuestas, ante una Rockstar de la política que de improviso se planta con fuerza y claridad ante el controlador decisorio del "juego": Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Quizá el error cometido por AMLO, catapulte un movimiento externo al control de los partidos nacionales. ¿Habrá una respuesta de la sociedad civil a la arrogancia y obnubilación con la que se distingue el hacer del Ejecutivo? ¿Serán los partidos generosos al corresponder con un agente de lo político, que no milita en partido alguno?.

Y sus pares, los contendientes registrados para competir tendrán la capacidad de reconocer y aceptar el nuevo presente: que se ejemplifica con la aparición inesperada de Xóchitl, producto de una coyuntura política y un contexto de real competencia.

"Ahora sí hay juego abierto" #EnMangasDeCamisa