El peso mexicano en el comercio exterior

Ya mucho se ha hablado de la apreciación que el peso ha experimentado frente al dólar a lo largo del año, a tal nivel que el ruido generado empieza a levantar ciertas preocupaciones en el sector del comercio exterior y en la economía en general.

Las razones, ya ampliamente analizadas por expertos y que sorprende a los mismos por los niveles que ha alcanzado, coinciden que los flujos de dólares que han llegado del exterior por exportaciones, remesas e inversión extranjera directa; la política monetaria restrictiva del Banco de México, que mantiene un diferencial amplio con la tasa de interés en Estados Unidos y la preferencia a nivel internacional por invertir en divisas que tengan una buena perspectiva, como el peso mexicano, son las razones que dan respaldo a este movimiento.

Lo cierto es que, la apreciación del peso mexicano está generando ruido para el exportador, las remesas y la competitividad de las empresas en el mercado internacional. Esto debido a que muchos contratos de exportación están en dólares, lo que significa que un peso más fuerte puede reducir los márgenes de ganancia de las empresas exportadoras afectando los ingresos del sector exportador y provocando un decrecimiento en el producto interno bruto (PIB) del país, aunque por lo pronto, la realidad es que la reducción en márgenes está siendo contrarrestada con mayores los volúmenes de exportación y el consumo que sigue bastante firme.

Sin embargo, además de la reducción en las ganancias de los exportadores debido a la apreciación del peso, también se deben considerar los altos niveles de inflación que se están experimentando para sumar a la complejidad del panorama económico, la cual a pesar de las políticas restrictivas está cediendo muy lentamente.

El aumento en los costos de las materias primas, servicios y productos finales está disminuyendo paulatinamente la competitividad del sector exportador ocasionando precios más altos para los productos y servicios mexicanos en el extranjero.

Nuestro más reciente análisis de expectativas para el tipo de cambio para los siguientes dos trimestres ubica al tipo de cambio en un promedio de 16.90 y 17.10 pesos por dólar para el tercer y cuarto trimestre del año. Y para los dos primeros trimestres del 2024 sobre los 16.70 y 17.50.

A medida que el panorama económico y financiero evoluciona, se vuelve fundamental que las empresas y cualquiera con flujos en dólares estén preparados para adaptarse y tomar medidas proactivas para mitigar riesgos asociados con la fortaleza del peso mexicano.

En este caso estrategias y aplicaciones de instrumentos derivados pueden ayudar a mitigar los riesgos asociados con la fortaleza del peso y proteger a cualquiera contra posibles pérdidas.

En estos niveles, aparentemente “atractivos”, aunque nos haya ya sacado algunos centavos, que las empresas y sus tesorerías evalúen y diversifiquen monedas, coberturas, flujos, y consideren la posibilidad de utilizar contratos de futuros y opciones de divisas para prever cualquier posible depreciación del peso su presupuesto será el más agradecido.

Algunas otras medidas pertinentes son determinar el tipo de cambio objetivo para garantizar la operación y rentabilidad de tu empresa, como una guía para cualquier decisión en los siguientes meses.

Conserva esa liquidez para tu operación diaria y elegir mejor un contrato acorde a tu situación son algunos pasos que se pueden seguir.

En ese caso no cubrir el 100% de tus compromisos en moneda extranjera, deja siempre lugar a una oportunidad posterior de mercado y por último elige cubrir plazos cortos, no mayores a tu ciclo de cobranza / pago.