Las lecciones de Silao
📅 13 de octubre de 2021, 01:23pm
👤Diego Andrés García Saucedo
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Cuando la Reforma Laboral se aprobó en “fast track”, por aquellos principios de 2019, curiosamente después de que la bancada demócrata de los Estados Unidos, hubiera amenazado con no ratificar el TMEC si México no demostraba fehacientemente su compromiso con llevar a cabo la Reforma Laboral, se utilizaba como argumento de los líderes sindicales de nuestro vecino del norte (mayormente de adscripción al partido demócrata), que la implementación de la Reforma Laboral era imprescindible para una competencia comercial justa y equitativa, ya que supuestamente la “falta de una democracia sindical”, ocasionaba que los sindicatos añejos mantuvieran la titularidad de sus contratos colectivos de trabajo debido a la bendición del patrón y no tanto así a la genuina aprobación de los trabajadores.
El sector empresarial norteamericano no se quedó atrás, urgió al gobierno de su país a exigirle a México garantizará un mecanismo de respuesta rápida ante quejas laborales derivadas del TMEC.
¿Qué es lo que hemos visto a un par de meses de lo sucedido en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato?, no perdamos de vista que la votación donde resulto “ganadora la disidencia sindical”, deriva de una queja interpuesta por Estados Unidos, que culminó en una “reposición del procedimiento” y de cuya nueva votación se determinó que el sindicato añejo de la CTM ha dejado de ser el representante obrero en dicho centro de trabajo…
Pues ahora, observamos que la relación laboral al interior de la planta no es la óptima, algunas entidades acusan acoso hacia la disidencia, incluso algunas versiones señalan que el patrón (gran trasnacional norteamericana) ha implementado acciones para “perseguir” a la disidencia, pero ¿no eran los patrones norteamericanos lo que deseaban este cambio?, ¿no eran las centrales obreras de la vieja guardia las que evitaban el crecimiento laboral de sus agremiados?
No puedo evitar comparar lo que sucede hoy en GM Silao, con los eventos post revolucionarios de nuestro país, cuando a la caída de Porfirio Díaz, múltiples caudillos deseaban ser líderes, no se ponían de acuerdo y terminaban peleando entre ellos. ¿Los afectados al final?, por supuesto que los de abajo; los campesinos, los trabajadores, quienes tardaron prácticamente una década en ver “solucionado” el conflicto revolucionario.
Patrones, Trabajadores y el Estado, deben comprender que la sana relación laboral al interior de un centro de trabajo, se construye todos los días, con colaboración entre las tres partes, es de suma importancia que los dirigentes administrativos volteen a ver nuevamente a sus departamentos de RH y/o relaciones laborales como un área esencial, más operativa que administrativa, tanto líderes obreros como patronales deben levantarse de sus sillas acojinadas, arremangarse la camisa y bajar a nivel de planta, acercarse al trabajador, conocer sus impresiones, sus quejas, sus ideas.
El recurso humano es un organismo vivo, si es ignorado o poco valorado puede complicar toda la estabilidad de una industria.