Sorpresivo y contundente fue el cambio de color de muchos políticos hacia “el guinda de MORENA”.

Las muestras están a la vista: unos prepararon su arribo con tiempo de sobra desde la creación de la asociación civil antecedente al Movimiento de Regeneración Nacional.

Otros más, arribaron con un disimulo disfrazado por las puertas de la 4T, del Partido del Trabajo y del Verde Ecologista. También se dieron los convocados a servir al Gobierno de La Transformación, erigido en el 2018.

Ahora se destacan aquellos que, además de contar con un "olfato político extraordinario", han sido guardianes y defensores (alcahuetes) de los gobiernos progresistas, con un disimulo "socialista" en bien de las clases más desprotegidas (primero los pobres).

Desde Ricardo Monreal, quien iniciara su carrera política en el PRI y que a la postre fuera gobernador de Zacatecas , bajo las siglas del PRD.

Marcelo Ebrard, también militante del PRI y ex secretario general de ese partido en el entonces Distrito Federal —con Enrique Jackson Ramírez como presidente—. Ebrard fue jefe de gobierno de la ciudad de México y declinó en favor de Andrés Manuel López Obrador en el proceso del 2012 (se la deben).

Manuel Bartlett Díaz, ex secretario de gobernación durante el sexenio del incipiente gobierno neoliberal de Miguel de la Madrid Hurtado y artífice de la “caída del sistema” en 1988, hoy guardián y estratega de Andrés Manuel López Obrador. Fue ex gobernador de Puebla y arribó a la 4T por la puerta del Partido del Trabajo (PT).

Otros notables que recientemente se han adherido a la 4T, ex gobernadores de algunos estados: Eruviel Ávila y Eugenio Hernández; así como aquellos que se encuentran en embajadas o son representantes del Servicio Exterior Mexicano.

Hay para dar y repartir canonjías a los nuevos "progresistas" que han desechado su fidelidad y obediencia a las corrientes “neoliberales”; no pocos de ellos ayudaron y sirvieron a Salinas y a Zedillo desde las cámaras de diputados y senadores, contribuyendo a la “amalgama” PRI-PAN.

En un modelo pragmático de poder político caben todos y todas. Una nueva era arranca con la llegada de la primera mujer presidenta de México, y las expectativas de ese ejercicio de gobierno vislumbran un "atorón democrático" por el conjunto de iniciativas constitucionales que habrán de procesarse. Hay notables y amplias diferencias de origen entre la virtual presidenta y el saliente líder mandamás de Palacio Nacional: ella es una académica destacada y educada con una visión más sofisticada desde el hogar, becaria de la fundación Rockefeller y no lejana al análisis científico.

AMLO, es un líder social de lucha frontal, formado en el añejo PRI, discípulo de priistas nacionalistas como González Pedrero, su mentor, entre otros.

Actores políticos, provenientes de las lides universitarias y luchas populares de masas se posicionan en los primeros cargos del poder gubernamental.

Otras reglas y arreglos de poder político económico habrán de operar ante el nuevo paradigma de una sobre representación electoral que otorga la mayoría calificada "al color de moda"; se destintan los "camaleones" para conservar y asegurar su permanencia ante una Nueva Realidad que produce una Nueva Sociedad.

Esperemos los botones de muestra.

EnMangasDeCamisa.