En una velada que conjugó pensamiento, estética y experiencia sensorial, el filósofo y escritor Gerardo Martínez Cristerna ofreció la conferencia magistral “La danza del caos y la vida: el arte secreto de la mesura” en la Hacienda de los Morales, Polanco.
El evento —organizado por la Fundación Ética Mundial de México— reunió a más de un centenar de asistentes que llenaron la terraza del recinto para participar en una conversación que trascendió la academia. Empresarios, artistas, psicólogos, escritores y buscadores de sentido compartieron un mismo espacio donde la filosofía se volvió viva: entre velas, vino, mezcal y buena comida.
Durante más de una hora, Martínez Cristerna desplegó una reflexión tan poética como provocadora: ¿cómo encontrar equilibrio en un mundo regido por el exceso, la prisa y la hiperconectividad? Su propuesta —basada en la noción clásica de mesura— invita a reconciliar la contradicción entre el caos y la armonía como una danza inevitable de la existencia.
“El caos no es el enemigo”, expresó el autor, “sino la fuerza vital que nos obliga a crear belleza, conciencia y sentido. La vida no se ordena: se armoniza”.
Con un estilo cercano y una oratoria envolvente, Gerardo combinó referencias filosóficas con reflexiones sobre la vida cotidiana, el arte y la espiritualidad contemporánea. Habló de Nietzsche y de Heráclito, pero también de las redes sociales, del ritmo de la ciudad y del silencio interior como forma de resistencia.
La respuesta del público fue inmediata: miradas atentas, preguntas profundas y una sensación compartida de que el pensamiento puede ser, también, una experiencia estética.
La charla fue transmitida en vivo a través de Facebook y permanecerá disponible en las redes del autor. Quienes no pudieron asistir describieron la transmisión como “una experiencia inmersiva, íntima y necesaria en tiempos donde el ruido exterior parece dominarlo todo”.
“La danza del caos y la vida” forma parte de un ciclo de encuentros impulsados por Martínez Cristerna, enfocados en devolver la filosofía al terreno de lo cotidiano: bares, terrazas, librerías, lugares donde el pensamiento se cruza con la convivencia. Su objetivo, explica, es democratizar el diálogo filosófico, hacerlo parte de la vida común sin perder profundidad.
La noche cerró entre brindis, música suave y conversaciones que continuaron largo rato. Más que una conferencia, fue un ritual contemporáneo donde la palabra se volvió puente entre la razón y la emoción.
El evento contó con el apoyo de Casa Murciélago, Círculo Filosófico del Mezcal y la Fundación Ética Mundial de México, reafirmando la apuesta por un formato que convierte el pensamiento en celebración: una experiencia intelectual y sensorial a partes iguales.
Con esta conferencia, Gerardo Martínez Cristerna consolida su lugar como una de las voces más interesantes del pensamiento contemporáneo en México. Su trabajo se distingue por tender puentes entre la filosofía, el arte y la vida interior, proponiendo una mirada ética y estética frente al caos del mundo actual.
