KIO Data Centers anunció una alianza estratégica con Lonestar Data Holdings, empresa pionera en el almacenamiento de datos en el espacio.
Esta colaboración crea un ecosistema híbrido, en el que las instalaciones terrestres de KIO funcionarán como «consulados digitales» conectados de forma segura con las «embajadas digitales» de Lonestar en el espacio.
Esta iniciativa marca un hito en materia de seguridad de la información, pues con KIO como infraestructura crítica en tierra protegerá los datos más allá de los límites del planeta.
Octavio Camarena, CEO de KIO Data Centers explicó que esta alianza “es mucho más que un acuerdo tecnológico, pues consolida a KIO como la organización que marca el ritmo de la innovación global”.
“Nuestros centros de datos serán el puente entre la Tierra y el espacio, afirmando a la región como protagonista de una nueva era digital. Nuestra misión siempre ha sido proteger la información más valiosa de nuestros clientes, y hoy llevamos esa promesa a una dimensión cósmica, reafirmando nuestro compromiso con la seguridad, la sostenibilidad y la soberanía de los datos”, agregó el directivo.
Con este proyecto, KIO Data Centers se convierte en la primera empresa en Latinoamérica en apoyar activamente el almacenamiento de datos en el espacio, reforzando su papel como referente en la nueva era digital.
Por su parte, Chris Stott, CEO de Lonestar Data Holdings dijo que los altos estándares de Kio en disponibilidad y operación con energía renovable, junto con su liderazgo en el ecosistema digital latinoamericano, los convierten en el socio ideal para materializar nuestra visión: proteger los datos más valiosos de la humanidad más allá de los límites de la Tierra.
Cada día se generan más de 402 quintillones de bytes de información y este volumen se duplica cada seis semanas.
Cerca de un 63% corresponde a datos sensibles y regulados, como los financieros, médicos o gubernamentales, lo que hace indispensable contar con soluciones seguras y sostenibles. Almacenar datos en el espacio brinda un nuevo nivel de seguridad, protegiéndolos de ciberataques en tiempo real, desastres naturales e incluso vigilancia física.
Además, este enfoque es sostenible, pues el espacio ofrece energía solar ilimitada y el vacío actúa como un sistema de enfriamiento natural.
Fases del proyecto
Etapa 1: Órbita cislunar. El primer paso consiste en establecer una antena terrestre para conectarse con un satélite en órbita lunar, permitiendo la transmisión continua y segura de datos hacia el almacenamiento espacial.
Etapa 2: Construcción de instalaciones en tubos de lava o cráteres naturales de la superficie lunar, aprovechando su geología para mayor protección y resiliencia de la información.
Lonestar ha validado esta visión con pruebas exitosas en la Estación Espacial Internacional (2021–2022) y con el primer centro de datos comercial en la superficie lunar en la misión Freedom (2025).
La capacidad crecerá de 15 PB (petabyte) en 2027 a 400 PB (petabyte) en 2032, con planes de expansión hacia exabytes y yottabytes en la Luna con el apoyo de SpaceX Starships.