Reforma Laboral: la nueva intervención norteamericana.
📅 6 de julio de 2021, 11:20am
👤Diego Andrés García Saucedo
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Desde su promulgación en 2017, sabíamos que la Reforma Laboral iba a cambiar muchísimas cosas en nuestro país, se trataba del cambio más importante en el Derecho Laboral Mexicano de las últimas décadas. No obstante, resulta esencial revisar la íntima relación que guarda el hecho de que estemos observando florecer estos cambios alineados con los intereses de nuestros vecinos del norte.
Recordemos que hasta finales del año 2018 (a más de un año) y bajo la amenaza de que Estados Unidos no ratificaría el T-MEC si México no demostraba avances genuinos en la implementación de su Reforma Laboral, fue cuando las legislaturas dieron fasttrack a la emisión del dictamen, mismo que vio la luz en abril de 2019 y se materializó formalmente mediante la publicación oficial, el primero de mayo de 2019. Un eje medular de la reforma, radica en el aspecto colectivo de “transformación”, la supuesta intención de democratizar a los sindicatos, mediante mecanismos como la legitimación de los contratos colectivo de trabajo y la obligación de obtener una constancia de representatividad para estar en facultades de emplazar a huelga a la empresa, guardan, supuestamente, una intención de empoderamiento al trabajador, pero, ¿qué hemos visto últimamente?, los contratos se están legitimando a una velocidad no deseada (muy lenta), especialmente los de jurisdicción local y el único medio genuino de presión que hemos observado a un malestar colectivo, provino de una queja instaurada por Estados Unidos, referente a una votación sindical realizada en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, fue hasta entonces que México activo un plan de acción (reparación del daño), que puede consistir entre otras acciones, repetir la votación en presencia de interventores, gubernamentales y civiles, a efecto de “complacer” a los Estados Unidos y así evitar posibles sanciones comerciales.
Es por lo anterior que surgen una serie de preguntas claves: ¿podemos esperar la misma atención, consideración y prontitud de parte de nuestro vecino del norte cuando seamos nosotros los que interpongamos la queja?, ¿por qué Estados Unidos guarda un interés particular en el cumplimiento del aspecto colectivo de la Reforma?.
No debemos perder de vista que la exigencia de cumplimiento de la Reforma Laboral, surgió específicamente en la bancada demócrata (enemigos de Trump y actuales titulares del gobierno federal con Joe Biden), en aquellos ayeres, la congresista Nancy Pelosi (demócrata y actor clave de las acusaciones diversas hacia Donald Trump) advirtió que no contaría México con los votos suficientes para ratificar el T-MEC de parte de su bancada si no se evidenciaba el mencionado compromiso. Recordemos que la hoy vicepresidenta de los Estados Unidos Kamala Harris, también congresista demócrata en esos momentos fue de los principales apoyos para Pelosi. Inclusive, son conocidas las visitas de Richard Trumka (uno de los principales líderes sindicales de los Estados Unidos) a Palacio Nacional, donde se entrevisto nada más y nada menos que con nuestro presidente electo. Estos y otros detalles surgen tristemente de compromisos electorales, pero no de nuestro país, sino de Estados Unidos, líderes como Richard Trumka sostienen con diversos argumentos que la competencia que practica México es desleal, ya que, a su percepción los sindicatos tradicionales están alineados a los intereses patronales y esto evita que los contratos colectivos de trabajo contengan prestaciones superiores y salarios bajos.
Personalmente, considero esta postura un tanto ofensiva, ya que guarda un desprecio implícito, como sugiriendo que nuestra única ventaja competitiva son nuestros bajos salarios y no la calidad de manufactura y fabricación, ya que es ilógico pensar que la brecha salarial entre Estados Unidos y México se vaya a cerrar en tan poco tiempo. Todas aquellas industrias que guarden relación comercial estrecha con Estados Unidos deberán imprimir cuidado e implementar estrategias preventivas en todas sus operaciones de Recursos Humanos y Relaciones Laborales, ya que nadie esta exento de posibles observaciones.