Los recientes resultados electorales del 2 de junio demuestran que, aún unidos los tres partidos políticos PAN-PRI y PRD, no lograron conformar una fuerza electoral lo suficientemente fuerte que pudiese enfrentar a la 4T representada por PT, PVEM Y MORENA.

Lo iniciado después del resultado del 2021, al señalar a Claudia Sheinbaum como la favorita de AMLO, para sucederlo en la presidencia dio paso a una estrategia territorial para primero posicionar la imagen de la jefa de gobierno de la CDMX, con una serie de giras promocionales en los estados e informar de los avances de su gestión.

De este modo, la línea de Palacio Nacional establecía las directrices y afinidades para darle el juego político necesario a la elegida por el "dedo mayor ".

En un segundo tiempo aparecieron las denominadas "corcholatas democráticas", para darle un aire de transparencia y competencia al juego de la sucesión presidencial. Amarrado y amañando una estrategia que le daba la vuelta al orden jurídico electoral: la defensa de la 4T.

Su máxima representación y el ensayo probado, fue la apertura de los cuadros políticos a las elecciones en las gubernaturas en disputa. Su confirmación lo constituyó la elección del 2023, en el estado de México. Las fuerzas de oposición representadas debían de mostrar músculo y capacidad estratégica para confirmar que se le podía vencer a la 4T.

Los "arreglos cupulares" establecidos desde el 2017 y 2018, mandaban señales que la " joya de la corona ", pasaría a un nuevo grupo político con asentamiento en Texcoco.

De este modo, aparecieron en el escenario nuevos formatos de coalición y de representación de actores político económicos, con el encuadre y llamado a la denominada " sociedad civil"... grupos emergentes y figuras de la política de viejo cuño ahora con un color y causas representativas de "voces nuevas".

Un tejido mix de intelectuales, articulistas, políticos sin partido, artistas, y lo que caiga ... más de lo mismo, sin ideas y menos propuestas, que pudiesen ser ideas fuerza en una estrategia de comunicación; ofensas y agravios a esas mayorías beneficiadas y asistidas por los programas sociales (los huevones, los chairos, los ninis, los nacos, etc.).

Poco a casi nada podían aportar los tres partidos históricos que no tenían ninguna afinidad ideológica, y menos sus bases sociales históricamente enfrentadas entre sí.

A ciencia cierta, acomodo de un PRD que agonizaba en la pérdida de su registro. Un PRI fracturado por su dirigencia con la suma de la carga negativa acumulada durante muchos años. Y un PAN acotado y disminuido por las rencillas internas en sus estructuras nacionales y estatales.

Recordando el viejo dicho, "más vale sólo que mal acompañado"…ahora vienen los pagos de la cruda realidad y los pagos de las facturas políticas pendientes (sí acaso las hay) ...

El resultado reciente, ejemplifica una nueva realidad.

EnMangasDeCamisa.