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Sin estrategia para generar empleos.

  • Opinión

📅 4 de mayo de 2021, 09:05pm

👤Jonathan Monter Sonck

⏱️4 min

Jonathan OK

Desde el comienzo de su gestión, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se enfrenta a un problema que él mismo creó: el desempleo.

Con la idea de la austeridad republicana, desapareció plazas de confianza en la administración pública federal, eliminó la figura de las direcciones generales adjuntas creadas a partir del año 2001 y, aunado a ello, redujo los sueldos para dichos funcionarios públicos.

En noviembre de 2019, la Secretaría de la Función Pública dio a conocer que se habían eliminado 655 plazas de este nivel en la administración pública federal. Se hablaba de pérdidas de poco más de un millón de empleos, conforme a datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En medio de la reapertura gradual de actividades por la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia de COVID-19, México recuperó en marzo de este año apenas 88 mil 771 empleos formales, lo anterior de acuerdo con cifras reportadas por el IMSS.

Ante estas cifras, la organización México ¿cómo vamos?, por sexta ocasión consecutiva, tiene en rojo su Semáforo Económico de generación de empleo formal asegurado por el IMSS.

“Ante esta situación, queda claro que, si se depende únicamente de la inercia de la reapertura económica, y a falta del estímulo de la inversión, la recuperación de los empleos será lenta y prolongada”, señala México ¿cómo vamos?

Sin embargo, no debemos perder de vista que los más de 700 mil empleos perdidos se refieren únicamente a puestos de trabajo debidamente registrados ante el IMSS, pues resulta incalculable los empleos perdidos en el sector informal en donde se encuentra más de la mitad de la población económicamente activa.

Aunado a ello, de los pocos empleos formales que se generaron en el país, hay un porcentaje de ellos que, si bien cuentan con prestaciones y seguridad social, no están dados de alta ante el IMSS con el sueldo que realmente ganan.

No se tienen cifras oficiales de cuantos trabajadores pudieran estar bajo este esquema, pero se estima que el IMSS recibe tres mil denuncias al año por esta práctica.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que realiza el INEGI, de quienes recuperaron su empleo en marzo se concentra en puestos de trabajo con bajas remuneraciones.

El número de plazas con hasta dos salarios mínimos aumentó en 126 mil 926 en marzo, con respecto a febrero de 2020, es decir, antes del impacto de la pandemia. Sin embargo, las vacantes con tabuladores salariales más altos aún no regresan a los niveles registrados previos al COVID-19.

De acuerdo con datos de la ENOE, más de 31 millones 40 mil 200 personas están en la población informal, es decir, sin ningún derecho laboral. En tanto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) refiere que 9.8 millones de personas se encuentran en situación de pobreza por ingreso, es decir, que no les alcanza para cubrir una canasta alimentaria, ni de bienes, ni de servicios básicos.

El aumento en la informalidad repercute directamente en la economía mexicana y trae consigo la indefensión de los trabajadores, pues no se puede llamar a juicio a patrones inexistentes, explica Diego García Saucedo, integrante de la Academia Mexicana del Derecho Procesal del Trabajo.

El presidente de la Republica ha mencionado que se debe generar desarrollo económico y social, y éste depende directamente de la calidad del empleo y la cantidad de éste que se genere sobre todo en la economía informal, pues es ahí donde se generan más del 50 por ciento de los empleos del país.

Sin embargo, durante los últimos 20 años, lo que se ha observado es un retroceso en la calidad incluso de este tipo de empleo, ya que han desaparecido los trabajos que generan más de 3 salarios mínimos para el trabajador y su familia. Y es que la informalidad laboral, no es únicamente la negación de la seguridad social y del sistema de pensiones, también precariza la vida diaria de las personas.

Por lo tanto, recuperar el empleo formal es una tarea tanto económica como social, pues el empleo es un aspecto que le da equilibrio y estabilidad a la sociedad mexicana, explicó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

A México le urge reactivar su sistema productivo, sobre todo en las micro y pequeñas empresas, que es donde se genera la mayor parte del empleo del país. No obstante, tener un plan específico para la mediana y la gran empresa también es fundamental, pues éstas son el tractor de todas aquellas empresas pequeñas en México.

En este sentido, el gobierno federal tiene la posibilidad y la oportunidad de impulsar, a través de la inversión, la reactivación de la economía mexicana. Sin embargo, no ha generado los incentivos necesarios para que la iniciativa privada cree los empleos que requiere el país.

Es por ello que resulta necesario realizar cambios estratégicos en sectores como la construcción, el energético y las manufacturas, pues el sector industrial tiene la capacidad de reactivarse rápidamente si cuenta con los mecanismos necesarios para hacerlo.

El reto a superar es grande, así lo muestran las cifras económicas. Sin embargo, no se vislumbra una agenda en favor del empleo y la inversión para poder salir adelante.

Y es que el mercado laboral tiene un funcionamiento especial, pues la creación de empleo no se origina tan rápidamente como se origina el consumo, por lo que resulta un reto incluso una vez que el semáforo epidemiológico cambie hacia el color verde y la actividad económica del país se vaya normalizando.

La industria y la economía nacional requieren acelerar su proceso de recuperación a través de una estrategia fundamentada en la promoción de inversión productiva, la colaboración pública-privada, el establecimiento de una estrategia integral de política industrial que promueva el contenido nacional, y el incremento de la eficacia en la generación de valor agregado por parte del sector público.

IDIC

La pandemia del Covid-19 dislocó las manufacturas globales y el comercio internacional.

El confinamiento aplicado en México, el cual no contó con una estrategia de visión global derivó en una recesión que, a diferencia de lo que ocurre en China y otros países, aún se extiende en el país.

La cura de la economía mundial sigue sin aparecer, y para el caso de México la mayor profundidad de la contracción económica sigue repercutiendo en los empleos generados.

La visión positiva afirma que “toda crisis es una oportunidad”. Si ello fuera cierto, se podría afirmar que México es un paraíso de oportunidades no aprovechadas.

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